
A veces elucubro caballeros valientes
que se deslizan sigilosamente entre bosques
bañados con el sol de venado,
cubiertos con la sombra de la triste noche
cuando la luna se niega a regalar su luz plateada.
A veces escucho el galopar de sus jinetes
que fugazmente se los devora el tiempo,
y que solo la historia los recuerda inexcusablemente
cuando se tiene que tocar las batallas del ayer
semblanza heroica fundida con sangre, valor y tozudez.
A veces alucino dragones de fuego
protegiendo el castillo de alguna doncella en gravidez
que en desespero entregó su honra
al caballero de hidalgo que le prometió que volvería
al final del día, agonizante en un atardecer.
A veces pienso fantasías divinas
de haber vivido en ese tiempo de gloria
de encanto matutino de gallardía fina
de los caballeros de armadura protagonistas del ayer,
historias de hidalguía española.
1 comentario:
Me hiciste recordar mi infancia y un mundo creado por una mente corroida por exceso de literatura. Me encantaron tus versos. Un abrazo
Publicar un comentario