
Perdida en la selva tropical
suspendida entre follajes
a un viejo árbol se fija
con singular grandeza
la flor de la Cattleya,
orquídea de inconfundible olor
ofreciendo esencia penetrante
a los expedicionarios intrépidos
de este lugar encantador.
Destellos de belleza
iridiscencia pura,
contraste de mil colores
que resaltan el tapiz verde
de aquel paraje solitario
perdido en el Amazonas,
privilegios de pocos
que conquistan con encanto
los paisajes coloridos
de mi tierra colombiana.
Filigrana de sépalos entrelazados,
piezas de estructura petaloide
figura celestial es su cáliz sagrado
templo de belleza que nos brinda
con delicado encanto la naturaleza.
Única, de inigualable comparación,
símbolo nacional... de mi patria querida
reina de reinas,
de todas las flores colombianas,
festín de mil colores,
con sitio preferencial
en las mesas de tertulia.
8 comentarios:
De tal tierra, tal persona. Tú eres hija de tu tierra y tal la decribes, tal eres tú.
Un abrazo
eres romántica, yo también me paso un pelin de soñadora.
Un beso
Hola
encomio a la flor nacional
q bello conocerla
algun dia hare algo del copihue
saludos!!!!
Bonito poema, bonita flor.
Un beso.
Lady Read
La Catleya nuestra flor orgullosamente Colombiana , tan sensual y suave como tu poema .
Paz/
Ciertamente privilegio de unos pocos, tú eres una de las afortunadas.
Debe ser precioso.
Un beso.
balandra, te aconsejo cambiar ese fondo oscuro, mi libro favorito también es el perfume.
y sin embargo no creo en otra vida que en la de la persona con la que estoy en cada instante
¿eres tú esa flor?
¿eres
amor?
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