En la estación del viejo faro,
se siente un halo de misterio
solo los serpenteantes relámpagos
brillan incandescentes en la distancia
un ambiente solitario lo abriga
se siente el frio...frío de ausencia
la noche llega sin remedio
la tormenta ruge adolorida
acompañada de noches frias,
acompañada de noches de terror,
que empaña el ambiente de soledad
donde los duendes vuelven a jugar
en aquellas casonas viejas, ya derruidas
que se encuentran al borde del camino
testigos de historias ya concluidas.
2 comentarios:
¿A qué si no,
tu intemporal espacio,
me presiente?;
¿en donde están los duendes de la noche,
si no ves que te llamo,
detrás de la casona deruída?.
Temores infudados de tu vientre,
me tiene subyugado;
si para estar al lado de tu suerte ,
a diario te daré,
la muerte chica.
Cuauh
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