Todos llevamos un niño, un poema y una flor anclada en el corazón... solo para románticos

  • Estoy regalando sentimientos con hechizos de luna

viernes, 12 de enero de 2007

A LA HORA DE LA MUERTE


Podría decirte que un día
me entretuve con la fantasía de la muerte
que enredada en la pradera
vislumbré la vida después del trance
sin dejar los síntomas terrenales.

Podría decirte que te encontré
anclado entre el recuerdo y el olvido
que después de tanto años,
el misterio de la espiritualidad
quedó gravado en todo mi ser.

Podría decirte tantas cosas,
unas ciertas otras con sabor a mentira,
que ilusionada cruce el río de la muerte,
bañado por la luz blanca del atardecer.

Podría decirte que mi abuelo
me extendió la mano,
a la hora de la muerte,
paso amargo,
decadencia de la vida
transición, metamorfosis humana
que arranca lágrimas
ante el último suspiro que da la
agonía del desprendimiento
de cada una de las células vivientes.

... Balandra

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Balandra excelente , se lee muy bello . Ya creaste tu propia elegía ... Aplausos!!!

Paz/

cuauhtémoc molina monroy dijo...

Recibo este mensaje,
que viene de la bruma;
de un gris incontinente.

Esclava de hipnagógicas verdades,
de intercambios eternos;
de mi contacto suave con los hielos;
te congelo en permanente grito,
con tu desasosiego.

Cuauh